Hola Francisco Javier,
El petirrojo probablemente no lo sepa, pero los humanos hemos cargado sobre sus alas un montón de leyendas.
Algunas vienen a decir que el petirrojo trae buena suerte,
otras, que su aparición es la señal de que el alma de un difunto está velando por nosotros.
De todos los papeles que le han caído al petirrojo, uno de los principales es el de ser el pájaro de la Navidad.
Cuenta una leyenda de tradición cristiana que su pecho es rojo porque se lo quemó intentando mantener vivo el fuego que calentaba el pesebre donde dormían el niño Jesús, María y José.
Son mitos y leyendas que han ido pasando de la tradición oral al papel y que demuestran el vínculo profundo que mantenemos con las aves.
A nosotros en SEO hay una cosa del petirrojo que nos gusta especialmente:
al ser un ave fácilmente reconocible, muchas personas se emocionan cuando se lo encuentran porque saben identificarlo.
Hay niños que aprenden a amar a las aves por las aves que son capaces de reconocer, como el petirrojo.
¿No es algo increíble lo de este pequeño ser rechoncho y colorido? Un pájaro con el poder de introducir a las personas en el mundo de los pájaros.
Si una cosa hemos aprendido por nuestra experiencia es que, cuando las personas crean vínculos con las aves de su entorno, harán todo lo posible por defenderlas.
Porque cuidar de ellas es también cuidar de los árboles, del monte, de nuestros recuerdos, de nuestras leyendas.
Por eso te insistimos tanto en lo importante que es para nosotros contar a nuestro lado con personas comprometidas como tú, Francisco Javier. Únete a SEO ahora y ayúdanos a seguir defendiendo el patrimonio natural de nuestro entorno >>